El término dehesa proviene del latín “defesa” que significa defensa, y que hace referencia al terreno acotado al libre pastoreo de los ganados.
Así, a partir del concepto jurídico, nace un ecosistema creado de la mano del hombre y en el que la clave de su conservación es el perfecto equilibrio entre el cuidado del medio y el aprovechamiento agrícola (principalmente cereales, viña y olivar), ganadero y forestal.